domingo, 29 de noviembre de 2009

Me pertenece el idilio que habitas antes de sumergirte en el sueño. El vaivén de tus párpados cansados, ese gesto involuntario que haces con los labios.
Me pertenece el ritmo lento en el que ahora salen las palabras, las cejas de palotes y los ojos que se esfuerzan, tu cuerpo que ansioso aguarda la calma.
Me pertenece Amor, porque nada mas que eso quiero. Verte dormir, después, es el consuelo a tanta angustia, es la definitiva morada.
Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia. Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me pongo a pensar en nosotros dos, y tú piensas en la comida o en el trabajo diario, o en las diversiones que no tienes, me pongo a odiarte sordamente, con la mitad del odio que guardo para mí.
Luego vuelvo a quererte, cuando nos acostamos y siento que estás hecha para mí, que de algún modo me lo dicen tu rodilla y tu vientre, que mis manos me convencen de ello, y que no hay otro lugar en donde yo me venga, a donde yo vaya, mejor que tu cuerpo. Tú vienes toda entera a mi encuentro, y los dos desaparecemos un instante, nos metemos en la boca de Dios, hasta que yo te digo que tengo hambre o sueño.
Todos los días te quiero y te odio irremediablemente. Y hay días también, hay horas, en que no te conozco, en que me eres ajena como la mujer de otro. Me preocupan los hombres, me preocupo yo, me distraen mis penas. Es probable que no piense en ti durante mucho tiempo. Ya ves. ¿Quién podría quererte menos que yo, amor mío?
Jaime Sabines.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Siempre me parecio perfecta para el:

A la orilla de la chimenea

Puedo ponerme cursi y decir que tus labios me saben igual que los labios que beso en mis sueños,puedo ponerme triste y decir que me basta con ser tu enemigo, tu todo,tu esclavo, tu fiebre, tu dueño.
Y si quieres tambien puedo ser tu estacion y tu tren,tu mal y tu bien,tu pan y tu vino,tu pecado, tu dios, tu asesino…
O tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra a la orilla de la chimenea a esperar que suba la marea.
Puedo ponerme humilde y decir que no soy el mejor,que me falta valor para atarte a mi cama,puedo ponerme digno y decir“toma mi direccion cuando te hartes de amores baratos de un rato… me llamas”.
Y si quieres tambien puedo ser tu trapecio y tu red,tu adios y tu “ven”,tu manta y tu frio,tu resaca, tu lunes, tu hastio…
O tal vez ese viento que te arranca del aburrimiento y te deja abrazada a una duda,en mitad de la calle y desnuda.
Y si quieres tambien puedo ser tu abogado y tu juez,tu miedo y tu fe tu noche y tu dia.
Tu rencor, tu por que, tu agonia…o tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombraa la orilla de la chimenea a esperar que suba la marea.


Joaquin Sabina.
Joaquinito, siempre tan genial y exacto. Para que decir mas: Sabina

Lo peor del amor cuando termina
son las habitaciones ventiladas,
el puré de reproches con sardinas,
las golondrinas muertas en la almohada.

Lo malo del después son los despojos
que embalsaman al humo de los sueños,
los teléfonos que hablan con los ojos,
el sístole sin diástole sin dueño.

Lo más ingrato es encalar la casa,
remendar las virtudes veniales,
condenar a la hoguera los archivos.

Lo peor del amor es cuando pasa,
cuando al punto final de los finales
no le quedan dos puntos suspensivos…
El dia que dejamos de creer, es el comienzo del fin:

Créeme,cuando te diga que el amor me espanta,
que me derrumbo ante un "te quiero" dulce,
que soy feliz abriendo una trinchera.
Créeme,cuando me vaya y te nombre en la tarde
viajando en una nube de tus horas,
cuando te incluya entre mis monumentos.
Créeme,cuando te diga que me voy al viento
de una razón que no permite espera,
cuando te diga: no soy primavera,
si no una tabla sobre un mar violento.
Créeme,si no me ves y no te digo nada,
si un día me pierdo y no regreso nunca.
Créeme,que quiero ser machete en plena zafra,
bala feroz al centro del combate.
Créeme,que mis palomas tienen de arco iris,
lo que mis manos de canciones finas.
Créeme, créeme,
porque así soy
y así no soy de nadie.
(Vicente Feliu)

Me dueles, me calas en el alma...